Ministro Castiglioni pidió acuerdos viables en los que predomine la objetividad y el trabajo conjunto, en la Semana de la Economía Verde

En el bloque final de las reflexiones y cierre del primer día de la “III Semana de la Economía Verde, Paraguay ante los retos que trae el cambio climático al desarrollo”, el ministro de Industria y Comercio (MIC), Luis Alberto Castiglioni, pidió a los países desarrollados acuerdos viables en los que predominen la “objetividad” y el “trabajo conjunto”.

“Aquí tiene que imprimirse la regla del win-win (ganar-ganar), para que sea sostenible, sustentable en el tiempo, para que sea viable. Paraguay es un país productor de alimentos, producimos alimentos para 80 millones de personas, por lo tanto, se infiere que nuestro desarrollo está íntimamente ligado a nuestra capacidad de insertarnos de manera viable y eficiente al mundo, de tal manera a ofrecer nuestros productos de la mejor manera, en las mejores condiciones, cumpliendo con todos los estándares”, dijo el secretario de Estado.

“Si vamos a pedir sacrificios a los productores, también los países que tienen mercados preferenciales tienen que pagar mejor, porque estos compromisos que estamos asumiendo, que hemos de asumir, tienen un costo”, sentenció el ministro del MIC, en la primera jornada del evento, realizado en el Banco Central del Paraguay (BCP).

La “III Semana de la Economía Verde, Paraguay ante los retos que trae el cambio climático al desarrollo”, se llevó a cabo con el interés de avanzar hacia una economía sustentable, con foco en los grandes temas que marcan las discusiones globales sobre cambio climático y su impacto en los diferentes ámbitos. El Banco Mundial (BM), el Banco Central del Paraguay (BCP) y el Ministerio de Hacienda (MH) fueron los responsables de organiza este encuentro, realizado los días 28 y 30 de noviembre de 2022.

En estas dos jornadas se desarrollaron debates de  alto nivel con participación de especialistas del área nacionales e internacionales, representantes del sector privado, sociedad civil y la academia. Asimismo, se discutieron las experiencias, estrategias y políticas que pueden crear las condiciones para incrementar las inversiones y la transición hacia la economía verde en Paraguay, poniendo énfasis en el cambio climático, oportunidades verdes y el sector agropecuario.

UN CAMBIO DE PARADIGMA
El ministro Luis Castiglioni señaló que estas reflexiones y análisis se realizan en todo el mundo, no sólo en Paraguay, por un fenómeno que impone ética y moralmente un cambio de paradigmas, ocasionado por las variaciones de las condiciones de vida de la población mundial.

“Estamos sufriendo las consecuencias de nuestro desarrollo desordenado, desde de la revolución industrial hasta ahora, del crecimiento en general de todo el mundo de una manera un poco caótica. Tenemos un imperativo ético y moral de hacer posible que el mundo nuevamente recupere sus condiciones, para que los seres humanos y quienes vivamos en el planeta, podamos sobrevivir en el tiempo. Estamos hablando de supervivencia”, añadió Castiglioni.

“Por lo tanto, tenemos que empezar a hacer las cosas para recuperar nuestro hábitat, imperativo ético, moral, de sobrevivir, por un lado. Por otro lado, de responsabilidades morales, en todas las regiones del mundo, algunas crecieron más que otras; algunas tuvieron más responsabilidades que otras, pero esto es una responsabilidad global en donde nadie tiene que levantar el dedo acusador. Probablemente, los que levantan el dedo acusador no tienen la autoridad moral para hacerlo, porque han sido los primeros responsables en generar todo este desarrollo caótico que nos condujo a esta situación”, puntualizó.

Matriz energética limpia y renovable
El secretario de Estado subrayó que “no somos los países con menor desarrollo relativo los que hemos hecho las cosas como se hicieron, para tener esta situación (del clima) en el globo terráqueo. En América Latina ya tenemos más del 35% de la matriz energética limpia y renovable, y en Europa 17% y un poco más. ¡¿Cómo levantar el dedo acusador, cuando se tiene el 17% contra el 35%, en un área donde se producen alimentos para gran parte del mundo?!”, sostuvo.

El Ministro agregó que “algunos se pueden enojar conmigo probablemente. Soy bastante incorrecto políticamente, pero soy objetivo, y solamente vamos a conseguir llegar a acuerdos viables si somos objetivos, y trabajamos juntos para que en los puntos donde se cruzan nuestros intereses podamos insistir en ellos”, agregó.

Resaltó que Paraguay es un país productor de alimentos. “Somos siete millones y medio de habitantes, pero producimos alimentos para 80 millones de personas. Por lo tanto, de esto se infiere que nuestro desarrollo está íntimamente ligado a nuestra capacidad de insertarnos de manera viable y eficiente al mundo, de tal manera a ofrecer nuestros productos de la mejor manera, en las mejores condiciones, cumpliendo con todos los estándares (sic)”.

Igualmente, explicó que el 47 % de las exportaciones, de enero a octubre de este año, son de las agroindustrias, de alimentos  “y el 18% manufacturas, una buena parte ligada a alimentos; el 35 % restante es de productos naturales. Nosotros no rehuimos a cumplir con todo lo que se debe cumplir para cooperar en el esfuerzo común de recuperar el habitat. Todo lo contrario. En el año 2004-2005, yo era vicepresidente de la República, y desde la Vicepresidencia promovimos la Ley de Agua y, también en esa oportunidad, promovimos fuertemente la Ley de Deforestación Cero. No estoy hablando de un año atrás, de dos o de tres, estoy hablando de casi dos décadas, de responsabilidad y propuestas de políticas públicas desde el Estado Central; eso se llama compromiso moral y responsabilidad. Desde ese tiempo, hasta ahora, el PIB del Paraguay creció casi 7 veces, crecimos casi 700 % y redujimos la pobreza del 53%  al 26%. Nos queda mucho aún, pero hicimos con mucho esfuerzo para conseguir todo esto, y lo hicimos gran parte con mucha responsabilidad”, añadió.

Compromiso mutuo
El Ministro destacó que Paraguay es uno de los países con menor huella de carbono de todo el mundo, y que aun así, asume su responsabilidad de contribuir a combatir el cambio climático. “Por eso suscribimos el Acuerdo de París, del cual muchos países, y algunos muy desarrollados, se retiraron en un momento determinado. Nosotros no. Suscribimos el Acuerdo de París y asumimos el compromiso, que nos impone ciertas conductas institucionales, empresariales, productivas, y lo vamos a hacer, pero el compromiso tiene que ser mutuo”, afirmó el ministro Castiglioni.

Indicando luego que: ”Sí le vamos a pedir sacrificio a nuestros productores, también sus productos tienen que ser mejor valorados en los mercados preferenciales. Si le vamos a pedir sacrificios a los productores que están produciendo alimentos, y que sobreviven gracias a su producción, también los países que tienen mercados preferenciales que pagan bien, tienen que pagar mejor, porque estos compromisos que estamos asumiendo, que hemos de asumir tienen un costo. Claro, que es conveniente producir sosteniblemente, y tenemos que hacerlo, pero tiene un mayor costo. Por lo tanto, aquí tiene que imprimirse la regla del win-win (ganar-ganar), para que sea sostenible, sustentable en el tiempo, para que sea viable, sin dedos acusadores, y con cooperación y reconocimientos del esfuerzo de las producciones de las regiones, donde es vital producir. Nosotros estamos creciendo, desarrollándonos y estamos rescatando a nuestra gente de la pobreza, gracias a que somos un pueblo que sabe trabajar, sabe producir, sabe crecer y quiere crecer. Pero al mismo tiempo, necesitamos el compromiso de los mercados”, sostuvo.

Voluntad política
El ministro Luis Alberto Castiglioni dijo además, en una disertación de casi media hora, que “nosotros no le vamos a levantar el dedo acusador a nadie, no vamos a decir “ustedes fueron responsables”… en el pasado han hecho esto… deforestaron aquello, utilizaron energía térmica, hubo hulla, carbón. No vamos a hacer eso. Ya no tiene significación en este momento. Ya se hizo”.

Mirar hacia adelante
Castiglioni aclaró que se debe mirar hacia adelante, sin reclamos, pero con una posibilidad de crecer, todos los sectores de manera sostenible, y en una justa cooperación, entendiendo la realidad socioeconómica de los países, en un dialogo objetivo donde se contemplen los intereses y las realidades de todos, y sobre esa base avanzar.

“Nuestros productores ya se están adecuando de manera sustentable y sostenible. Tenemos la voluntad política en el Paraguay para producir sosteniblemente, queremos ser respetuosos y responsables con la conservación. Todo debe hacerse de manera conjunta, el sacrificio, los esfuerzos y en el beneficio, por lo tanto, van a ser conjuntos. Creo y estoy absolutamente convencido de que este es el camino para conseguir los resultados que queremos, partiendo de la base de que tenemos en Paraguay como un gran país que provee alimentos a una buena parte del mundo, que lo hace de manera sostenible, que se esfuerza por mejorar cada día, que quiere cooperar para tener un habitat mejor, para mejorar las condiciones de vida en general del planeta, pero que también necesita desarrollarse, colocando sus productos en los mejores mercados, en las mejores condiciones. Esa es también una responsabilidad moral que tenemos con nuestro pueblo”, resaltó.